Julio siempre quiso ser científico pero por culpa del acto reflejo, ver que sus hermanos mayores se divertÌan leyendo, Èl empezó a hacerlo. Recuerda muy bien la enciclopedia donde sólo aparecían personajes relacionados con el mundo de la ciencia y se ilusionaba con hacer parte de esas páginas con sus descubrimientos. Vive feliz en Palmira, una ciudad intermedia a 27 km de Cali que en algunos aspectos suele parecer un pueblo, su visión del mundo parece ser tan amplia y clara como la de un ciudadano cosmopolita y siente, desde que ganó el premio Juan Rulfo en 1998, que goza del prestigio de ser escritor en la cuadra donde vive.