El segundo largometraje de Valerio Mieli, multipremiado en el Festival de Venecia, es un ambicioso tour-de-force sobre el amor, el tiempo y la memoria. Una larga, gran historia de amor, pero siempre contada solo a través de recuerdos, más o menos distorsionados por los estados de ánimo, por el tiempo, por las diferencias del punto de vista, de los jóvenes protagonistas. El viaje de dos personas a lo largo de los años: juntos y divididos, felices, infelices, enamorados, enamorados de otros, vistos en un solo flujo de colores y emociones.
Él es encantador, irónico, nostálgico. Ella está llena de vida, inteligente, apasionada, vive el momento.Cuando se encuentran, se enamoran al instante. Pero a medida que crecen uno al lado del otro, sus personalidades evolucionan: mientras Él es cada vez más alegre, Ella es la que comienza a sentirse melancólica. Y como esta película está construida a base de sus recuerdos subjetivos, influenciados por el estado de ánimo de Él y Ella, vamos a presenciar tantas historias de amor en ella como puntos de vista.